jueves, 27 de mayo de 2010

CIUDAD DE DIOS


Dirección:  Fernando Meirelles, Kátia Lund
Producción:  Tulé Peak
Guión:  Braulio Mantovani
Música:  Ed Cortês, Antonio Pinto
Fotografía:  César Charlone
Reparto:  Alexandre Rodrigues, Leandro Firmino, Phellipe Haagensen, Douglas Silva,
Jonathan Haagensen, Matheus Nachtergaele, Seu Jorge, Alice Braga
País(es):  Brasil,  Año 2002
Género:  Drama
Duración:  130 minutos

Ciudad de Dios (en portugués: Cidade de Deus) es una película brasileña de drama criminal del año 2002 (distribuida fuera de Brasil en el 2003). Fue dirigida por Fernando Meirelles y Kátia Lund. Fue adaptada de una novela del mismo nombre de Paulo Lins, basada en una historia real. El libro fue lanzado en el año 1997 y fue adaptado por Braulio Mantovani. La película se enfoca en la guerra entre Zé Pequeño y Mané Galinha, desarrollada en el territorio brasileño "Cidade de Deus". La frase que identificó a la película fue: "Lucha y nunca sobrevivirás... Corre y nunca escaparás...". Muchos de los actores, fueron residentes de favelas como Vidigal y la misma Cidade de Deus.
El filme es contado de una forma no-lineal, utilizando diferentes técnicas de edición y tomas de cámaras.
Argumento
La película comienza en los años 60, cuando jóvenes como Dadinho y Bené son pequeños delincuentes en una favela peligrosa de Río de Janeiro, llamada "Ciudad de Dios" (Cidade de Deus). La película cuenta el desarrollo de la vida de Buscapé (Cohete) en Ciudad de Dios hasta los años 70, cuando los antiguos amigos forman ideas distintas sobre la dirección de sus vidas. El lugar es un sitio en el que el tráfico de cocaína, los asesinatos, la delincuencia juvenil y el soborno policial son algo cotidiano.
Ciudad de Dios narra la vida de varias personas que habitan en una favela en Río de Janeiro a lo largo de casi treinta años, entre los sesenta y los ochenta. Su mismo rodaje estuvo condicionado por las relaciones de poder que vertebran este submundo: los realizadores tuvieron que pedir la colaboración del jefe de una favela para poder filmar en su zona y disponer así de las condiciones de seguridad adecuadas para poder realizar la filmación. El jefe autorizó la realización del filme con la condición de que se contratara a la mayoría de los actores y extras entre la misma gente de la favela, la gran mayoría de los personajes de la película fueron de ahí mismo, lo que contribuye también a dar mayor credibilidad a la historia.
El ritmo acelerado con el que se ha realizado la película facilita la atención de un publico joven, a pesar de su larga duración y la diversidad de personajes e historias entrecruzadas. El filme se caracteriza por una puesta en escena frenética que recuerda el montaje de un video clip agresivo y entrecortado, estética “sucia”, una fuerte carga emocional e imágenes impactantes.

LA ESTRATEGIA DEL CARACOL







Dirección:  Sergio Cabrera
Guión:  Humberto Dorado, Ramón Jimeno, Sergio Cabrera
Música:  Germán Arrieta
Fotografía: Carlos Congote
Reparto:  Fausto Cabrera, Frank Ramírez, Florina Lemaitre, Victor Mallarino, Humberto Dorado, Delfina Guido, Vicky Hernández, Luis Fernando Múnera, Gustavo Angarita, Carlos Vives
País: Colombia
Año:  1993
Género:  Ficción
Duración:  116 minutos


Los inquilinos de La Casa Uribe van a ser desalojados porque el propietario el Dr. Holguín (Victor Mallarino, un ricachón prepotente) quiere que sea declarada Bien de Interés Cultural del Casco Histórico de Bogotá aunque con otros planes en verdad. Los inquilinos burlan la orden de desalojo gracias al desparpajo e ingenio de Romero, un hábil abogado, y de Jacinto, un viejo anarquista español exiliado, ambos inquilinos de La Casa Uribe. Defendiendo el edificio contra jueces y policías, planean una original estrategia ideada y dirigida por Jacinto. La lucha contra los especuladores y los corruptos está perdida antes de empezar, pero los vecinos están dispuestos a hacer lo que sea para defender su dignidad.
Mientras Romero gana tiempo con argucias legales, Jacinto lidera la estrategia del caracol: llevar la casa a cuestas. En secreto, los vecinos desmontan el inmueble y lo implantan en otro lugar. Los habitantes de La Casa Uribe exhiben la amplia variedad de discursos y culturas que conviven en Latinoamérica. Don Jacinto tiene que convencer a todos de la efectividad de su estrategia.
El cielo se pone de parte del anarquista. La Virgen se aparece en una de las paredes del apartamento de doña Trinidad. Todos creen que el milagro es una señal: la Virgen, la primera en salir del inmueble, inicia la exitosa implementación de la estrategia del caracol: la casa a cuestas. Seis años después, con motivo del desalojo de otro caserón del casco histórico de Bogotá, Gustavo Calle, el culebrero, rememora ante un grupo de periodistas, encabezados por el reportero José Antonio Samper (Carlos Vives), la epopeya mítica del desalojo de La Casa Uribe. La entrevista se prolongará hasta bien entrada la noche.
La estrategia del caracol es una obra de realismo mágico: mezcla de realidad social, leyenda urbana y tradición popular. Es una película ambiciosa, supera lo anecdótico y muestra la realidad social de Bogotá y de cualquier otra gran ciudad del mundo.

Sobre la película
La estrategia del caracol (1993) fue un éxito de público y crítica. Obtuvo varios premios que permitieron a su director hacer otras películas sobre la sociedad colombiana. Las ideas de Sergio Cabrera (Medellín, 1950) son que "el cine puede ayudar a acariciar la utopía", un mundo mejor y más justo basado en el trabajo conjunto de las personas por un objetivo común. La estrategia del caracol es una película optimista, que muestra con un profundo sentido del humor la pobreza del tercer mundo y el discurso de la lucha de clases.
Sergio Cabrera la resume de este modo:
Un grupo de cien personas no se puede llevar una casa en un mes, ni en tres meses ni en un año, y todavía menos con una grúa. La película hace que esto parezca posible. El narrador es un culebrero, un hombre de gran imaginación. Él es quien explica la historia y nosotros vemos lo que explica pero la historia no tiene porque ser exactamente real.
La narración del culebrero a la película da un fuerte carácter simbólico: en seis años, nada ha cambiado, las condiciones de vida en la ciudad siguen siendo tanto o más duras que antes y los desalojos continúan. La película muestra las duras condiciones de vida de las grandes ciudades, divididas en barrios ricos y pobres, zonas ricas e industrializadas y zonas subdesarrolladas: la supeditación del poder político a los más oscuros intereses de la economía capitalista.
Tiene especial garra cinematográfica Don Jacinto, el viejo anarquista español que guarda la bandera de la CNT y tiene colgado en su dormitorio un retrato del líder anarquista español, Buenaventura Durruti. Para Don Jacinto primero, y después por el resto de los protagonistas, siempre hay cosas por las que luchar y la esperanza no se tiene que perder nunca. La fuerza y las ganas de vivir que transmiten todos los inquilinos del edificio es, precisamente, el elemento alrededor del cual gira toda la película: la ilusión de los personajes, situados en todo momento por encima de las duras condiciones de vida que tienen que soportar, contribuye a hacer verosímil y creíble la surrealista estrategia que deciden llevar a cabo, consiguiendo la total identificación de los espectadores con su causa.
La alegría y creatividad de los inquilinos del edificio que tiene que ser desalojado contrasta de manera brutal con la visión oscura y triste de la burocracia y las autoridades, instrumentos del poder económico empantanados en la corrupción y carentes de escrúpulos. El ingenio y el arte de vivir de los inquilinos contrasta también con la violencia, la intolerancia y los comportamientos agresivos imperantes en buena parte de la sociedad colombiana.
La inutilidad de las armas y de la violencia aparece en la primera escena de la película, un niño pequeño muere durante los enfrentamientos entre la policía y un grupo de inquilinos que han construido barricadas y se han armado con pistolas y escopetas para impedir el desahucio. La estrategia del caracol es un canto a la vida, al honor y a la dignidad. La fe y la esperanza pueden mover montañas. Don Jacinto inspira a los inquilinos de la casa sueños e ideales que les permiten buscar una forma ingeniosa de mantener su dignidad intacta y enfrentarse con el poder.


sábado, 15 de mayo de 2010

ANÁLISIS DE MI TIO

CONTRAPUNTO  ENTRE DOS FORMAS DE CIUDAD Y DOS FORMAS DE VIDA:
El centro de la ciudad que conserva viejos edificios y formas de vivir tradicionales, marcadas por intensas relaciones entre las persona, por un uso no especializado de los espacios urbanos (calle-mercado-espacio de juego-espacio de encuentro) frente a un típico conjunto especulativo de vivienda individual aislada, con retiros que la separa de la calle y los vecinos,  para evitar los encuentros.
Una  vivienda de clase baja o media baja, producto de sucesivas adaptaciones de una edificación anterior del centro de la ciudad, que da por resultado un espacio algo laberíntico, con superposiciones y traslapes que provoca permanentes  encuentros con la vecindad,  frente a una casa funcionalista, cuya principal característica es la de tener una zonificación  estricta (jardín con diferentes terrazas para diferentes usos: almorzar, tomar café o tener invitados) y  que además tiene un alto nivel de automatización, especialmente en la cocina y en la que las únicas posibilidades de establecer algún tipo de relación social o visual con los vecinos es ingresando ritualmente a la casa (el rito ostentoso de encender la pileta) u observando subrepticiamente por encima del muro divisorio a la casa vecina..
El centro de la ciudad se percibe como un espacio seguro para los niños, que se han apropiado de las calles y corretean y usan el espacio con creatividad, mientras  el barrio de la familia Arpel  es percibido como gris e inseguro, por el cerramiento y por la escena en la que la casa se antropomorfiza adquiriendo la imagen de un rostro que vigila.

                                                          
LA CASA Y LA FABRICA SON  MÁQUINAS
La fábrica de plásticos del Sr. Arpel tiene un supuesto alto nivel de automatización al igual que la casa.  Casa y fábrica tienen una organización basada en la producción (la parte más tecnológica de la casa es la cocina).  La casa está pensada como la  fábrica, compuesta por  elementos relacionados entre sí que  deben funcionar adecuadamente si  las funciones  establecidas se cumplen. Pero tanto en la fábrica como en la casa, cuando un elemento falla, se produce el caos. En la fábrica, cuando Monsieur Hulot “monea” la máquina y empieza a producir salchichas en vez de tubos. Y en la casa, cuando Hulot pincha la tubería de la fuente y se inutiliza el espacio “para comer en el jardín” se produce igualmente el caos.

CRITICA A LA ULTRATECNOLOGÍA   Y AL DISEÑO VANAL
La escena en la que Hulot busca un vaso en la cocina es una crítica al consumismo de  tecnología,  a la actitud esnobista de tener  la última tecnología, que raya en  el absurdo. 
Asimismo, la forma en la que Hulot utiliza el “sofá” de la sala para descansar  es una burla  al diseño estilizante, a la corriente formalista  que impone “modas” y “estilos” y que  solamente representa un esfuerzo por vender y no un producto pensado para el bienestar humano.

ROLES, PERSONALIDADES, VALORES
La familia Arpel es un arquetipo de la familia machista, consumista y ostentosa,  centrada más objetivos económicos y en el mantenimiento de un estatus determinado por su nivel de consumo. Él es el típico esposo proveedor  que mantiene bajo su omnímodo poder a la familia. Es un fiel defensor de los valores positivos del capitalismo. Le parece una mala influencia la relación de Hulot con su hijo. Trata de ayudar a Hulot  consiguiéndole un trabajo en la fábrica.
Ella es  la típica esclava doméstica,  con el rol de mantener y limpiar la casa, que lo cumple con exageración. Es muy ostentosa de su casa “moderna” ante sus amistades. La fuente es un artículo de ostentación, que solo se pone a funcionar cuando alguien   visita la casa.
En el aniversario de bodas se obsequian “propiedades” patrimoniales,  nada de uso  personal, lo que pone de manifiesto sus valores, centrado más en la propiedad.
Arpel  y su esposa se ponen de acuerdo para hacer un almuerzo en el jardín e invitar a la vecina para que le conozca a Hulot, en la perspectiva de que podrían ser pareja. Es la defensa de valores familiares  bajo el modelo consumista.
Hulot en cambio muestra valores más humanos, ve la realidad con el candor de  un niño, por eso tiene una magnífica relación con su sobrino, alterna con todos sus vecinos,  está preocupado de cosas más simples, como recoger su ropa seca, retirar las camisas planchadas por su vecina o mover la hoja de la ventana para que el reflejo del sol haga cantar al canario. Es la figura opuesta al exitoso Señor Arpel


SIMBOLOS
El barrio en el centro y la casa de M Hulot simbolizan también lo “natural”: colores ocres, materiales naturales: piedra, ladrillo, vegetación, canarios, perros, formas naturales, mientras que la casa Arpel simboliza “lo artificial”: colores grises, metales, vidrio, plásticos, hasta el jardín aparece artificial (!jardín de formas lineales en ángulo recto¡).

La casa se antropomorfiza y adquiere la fisonomía de un rostro que vigila. Que vigila? Que no haya invasores o ladrones. Expresa una percepción de inseguridad y al mismo tiempo revela el carácter  de la casa como el espacio donde se  guardan las posesiones. La casa-fuerte. Frente a esto, Hulot tiene la llave de la puerta de su hogar “escondida” encima del pequeño  techo sobre la puerta, a la vista de todo el mundo.  Revela  un alto grado de confianza  en el vecindario y por supuesto esa paz y seguridad de la que habla Jane Jacobs: “Esa paz ha de garantizarla principalmente una densa y casi inconsciente red de controles y reflejos de voluntariedad y buena disposición inscrita en el ánimo de las personas y alimentada constantemente por ellas mismas.” Es la seguridad de los viejos barrios.
Tati es pesimista acerca del futuro de la ciudad.  Hacia el final de la película, hay una escena en la que  se ve una casa del centro que está siendo derrocada. Simboliza  la lenta desaparición del centro y de los modos de vivir que alberga y la extensión de la ciudad especulativa, funcionalista y el modo de vivir consumista, individualista.

jueves, 13 de mayo de 2010

MI TIO


Dirección: Jacques Tati.
País: Francia.
Año: 1958.
Duración: 115 min.

Género:
 Comedia.
Interpretación: Jacques Tati (Sr. Hulot), Jean-Pierre Zola (Sr. Arpel), Adrienne Servantie (Sra. Arpel), Lucien Frégis (Sr. Pichard), Betty Schneider (Betty), Jean-François Martial (Walter), Dominique Marie (Vecina), Yvonne Arnaud (Georgette), Adelaide Danieli (Sra. Pichard), Alain Bécourt (Gerald Arpel).
Guión: Jean L'Hôte, Jacques Lagrange y Jacques Tati.
Producción: Jacques Tati.
Música: Franck Barcellini y Alain Romans.
Fotografía: Jean Bourgoin.
Montaje: Suzanne Baron.
Diseño de producción: Henri Schmitt.

Vestuario:
 Jacques Cottin.
Estreno en Francia: 10 Mayo 1958.

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