lunes, 5 de julio de 2010

COMENTARIO DE METROPOLIS


Metropolis es la primera película de ciencia ficción que plantea un tema que luego será recurrente tanto en la literatura como en el cine: el de una sociedad dependiente de la tecnología que esclaviza a los obreros que viven en los subterráneos, mientras los  dueños del poder gozan de todas las ventajas sociales y materiales. Describe en realidad la sociedad capitalista  y el sistema de explotación. Lo mas importante es que propone una solución reformista: “el mediador entre el cerebro y la mano es el corazón”: que el proletariado se lleve bien con los capitalistas para “vivir en paz”, propuesta por la socialdemocracia (María, una especie de sacerdotiza y profeta de una religión del amor)
Describe la película una ciudad del año 2000, que en parte recoje las ideas del futurismo italiano, con una estética urbana art decó y un  enfoque general francamente expresionista.
Las imágenes de la ciudad son muy interesantes: edificios en altura carreteras elevadas, conexiones entre los edificios, aviones circunvolando la ciudad, mezcla de formas entre art decó (la torre de babel), y formas ortogonales, una catedral gótica y una vivienda gótica (del científico), denso tráfico, etc.
Es una visión de la ciudad del futuro que replica las condiciones sociales del momento y expresa los temores  de las clases dirigentes: temor a la revolución socialista, temor a que la tecnología se vuelva contra el ser humano, temor a perder el control de la tecnología, temor a no poder entenderse entre las clases sociales (el mito de la torre de Babel)

Blade Runner, Ridley Scott, 1982


Título: Blade Runner
Dirección: Ridley Scott
Ayudante de dirección: Newton Arnold, Peter Cornberg
Dirección artística: David Snyder
Producción: Michael Deeley, Charles de Lauzirika (Final Cut version), Hampton Fancher, Brian Kelly, Jerry Perenchio, Ivor Powell, Run Run Shaw, Bud Yorkin
Diseño de producción: Lawrence G. Paull, Peter J. Hampton (escenas adicionales)
Guión: Hampton Fancher, David Peoples y Roland Kibbee (sin créditos); basados en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Do Androids Dream of Electric Sheep?, de 1968) de Philip K. Dick.
Música: Vangelis
Sonido: Bud Alper (sound mixer), Peter Pennell (editor de sonido)
Editor: Les Healey
Fotografía: Jordan Cronenweth.
Montaje: Les Healey (Director's cut), Marsha Nakashima
Vestuario: Michael Kaplan, Charles Knode, Jean Giraud (sin créditos)
Efectos especiales: William Curtis
País: Estados Unidos
Año: 1982
Género: Acción, drama, ciencia ficción, thriller, neo noir
Duración: 117 minutos
Idioma(s): Inglés, alemán, cantonés, japonés

Blade Runner es una película de ciencia ficción estadounidense, dirigida por Ridley Scott, estrenada en 1982 y basada, lejanamente, en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968). Se ha convertido en un clásico de la ciencia ficción y precursora del género cyberpunk. Obtuvo dos nominaciones a los Óscar.
La película transcurre en una versión distópica de la ciudad de Los Ángeles, EE.UU., durante el mes de noviembre de 2019.
El guión, está escrito por Hampton Fancher y David Peoples. El reparto se compone de Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos, M. Emmet Walsh, Daryl Hannah, William Sanderson, Brion James, Joe Turkel y Joanna Cassidy; el diseñador principal fue Syd Mead y la música original fue compuesta por Vangelis.
La película describe un futuro en el que seres fabricados a través de la ingeniería genética, a los que se denomina replicantes, son empleados en trabajos peligrosos y como esclavos en las «colonias exteriores» de la Tierra. Estos replicantes, fabricados por Tyrell Corporation para ser «más humanos que los humanos» -especialmente los modelos Nexus-6- se asemejan físicamente a los humanos (aunque tienen una mayor agilidad y fuerza física) pero carecen de la misma respuesta emocional y de empatía. Los replicantes fueron declarados ilegales en el planeta Tierra tras un sangriento motín. Un cuerpo especial de la policía —los blade runners— se encarga de rastrear y matar (o "retirar" en términos de la propia película) a los replicantes fugitivos que se encuentran en la Tierra. Con un grupo de replicantes particularmente brutal y hábil suelto en Los Ángeles, un dubitativo Deckard es invocado desde su semirretiro para que use algo de "la vieja magia blade runner".
En principio, Blade Runner recibió críticas contradictorias de parte de la prensa especializada. Unos se mostraron confundidos y decepcionados de que no tuviese el ritmo narrativo que se esperaba de una película de acción, mientras otros apreciaban su complejidad temática. La película no obtuvo buenos resultados de taquilla en los cines norteamericanos, pero logró un gran éxito en el resto del mundo. La película se convirtió en la favorita de los cinéfilos y el mundo académico y ganó rápidamente el título de película de culto. Fue tal su éxito como cinta de alquiler en los videoclubes, éxito debido parcialmente a que la película se enriquecía al verla más de una vez, que se la eligió como una de las primeras películas en ser lanzadas en formato DVD. Blade Runner ha sido ampliamente aclamada como un clásico moderno por la ambientación lograda con sus efectos especiales y por adelantarse en plantear temas y preocupaciones fundamentales para el siglo XXI. Se la ha elogiado como una de las películas más influyentes de todos los tiempos, debido a su ambientación detallada y original, que sirve como un hito visual postmoderno con su descripción realista de un futuro en decadencia. Blade Runner también permitió poner a Philip K. Dick en la mira de Hollywood y desde entonces muchas películas se han inspirado en su obra literaria.
Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Blade_Runner 

Metropolis - Fritz Lang (1926)







Director: Fritz Lang
Intérpretes: Brigitte Helm, Rudolf Klein-Rogge, Alfred Abel, Gustav Frohlich.
En el año 2000 y en la ciudad de Metrópolis la sociedad está escindida en dos clases, los que tienen el poder y los medios de producción, que viven en lujosos rascacielos y los trabajadores, condenados a un duro trabajo y a vivir en condiciones infrahumanas.
Freder (Alfred Abel), el hijo de Joh Fredersen (Gustav Frohlich), la persona que controla la ciudad a su voluntad, descubrirá los duros aspectos laborales de los obreros y simpatizará con sus propuestas reivindicativas, enamorándose de María (Brigitte Helm), una especie de santa venerada por los trabajadores que aconseja el amor y la no violencia para solucionar sus problemas. El malvado Fredersen, que contempla el discurso de Maria junto al inventor Rotwang (Rudolf Klein-Rogge), le encarga la fabricación de un robot idéntico a la muchacha para que la sustituya y propague un mensaje de violencia.
Un título mítico del gran maestro alemán Fritz Lang, cuya deslumbrante estética (que ha influido notablemente a lo largo de la historia del cine, por ejemplo en "Blade Runner") resulta mucho más valiosa que su contenido, que emulsiona de manera confusa y con una disposición expresionista (genial labor de Karl Freund, el futuro director de "La Momia" de Karloff) una implacable mirada a la lucha de clases, la alienación obrera y la opresión del poder, una crítica ludista a un futuro maquinizado e industrializado y una especie de mesianismo corporativo en busca de consensuadas reformas sociales y laborales, con una visión pesimista del futuro al estilo H. G. Wells, quien calificaría a esta película como "la mayor tontería que he visto en mi vida".
"Metrópolis" adapta una novela de la esposa del propio Lang, Thea Von Harbou, y supuso el proyecto más caro y ambicioso de la famosa productora UFA.                                                    
Las dramatizadas interpretaciones han quedado un tanto arcaicas y su trama, iniciada de manera magistral, con unas hipnóticas imágenes que plasman de manera escalofriante la alienación de la masa isomorfa en un mundo deshumanizado, deviene finalmente en un cándido idealismo poco satisfactorio.
No obstante, este histórico film sigue maravillando con su magistral aspecto visual, sus personajes metafóricos y unas inolvidables caracterizaciones de Rudolf Klein-Rogge (quien se casaría posteriormente con Von Harbou, cuando ambos, al contrario que Lang, abrazaron con simpatía el nazismo) y de Briggite Helm, toda una superestrella en su época.
En los jardines de la ciudad de Metrópolis, el hijo de un potentado empresario entabla contacto visual con una misteriosa mujer. Su obsesión por aquella desconocida lo llevará a los abismos, donde cientos de artefactos y maquinas producen la energía necesaria para mantener en orden a la población.
Mientras tanto un científico misántropo ha terminado su proyecto más ambicioso, un robot capaz de emular a los humanos casi a la perfección.
Basada en la novela de Thea Von Harbou, su esposa ese entonces, Fritz Lang dirige esta mítica obra que explora los vaivenes y avatares de una ciudad ubicada en el futuro, cuya fuente y motor económico se encuentra en las profundidades, bajo el caos y opulencia del paisaje urbano, en cavernas donde han sido confinados a trabajar forzosamente, día y noche, una incontable población de esclavos obreros.
En el film, Lang reúne y oferta pasajes indelebles, como el del mito de la torre de babel, la persecución de Maria en los oscuros pasajes y cavernas de los obreros, y el festín del club para adultos, en la que realiza un admirable y extraordinario uso del montaje.
Una obra maestra del expresionismo alemán, epítome del cine de ciencia ficción, que se erige además como una de las obras más grandes y de vital importancia que ha concebido el séptimo arte.


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